El INTI hace todo lo que tiene que hacer para ser un organismo cada vez más inclusivo.
El auditorio de INTI-PTM, inaugurado en 2006, cuenta desde el viernes pasado, con un aro magnético que mejora la audición de personas con hipoacusia leve o moderada, amplificando el sonido de una fuente determinada (por ejemplo, de los micrófonos) en ondas magnéticas que son recogidas por los audífonos de modo más nítido y sin interferencias del ruido ambiente.
A siete años del primer pedido de instalación, la Comisión IPADis de la gerencia de Recursos Humanos trabajó en conjunto con el Centro de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad para hacer del auditorio un lugar más accesible e inclusivo.
Si bien es un dispositivo de fácil construcción, de muy bajo costo de fabricación, que se instala por única vez en un ambiente y cambia para siempre la percepción sonora de personas con hipoacusia, el aro magnético no se encuentra con facilidad en el mercado. “El mercado muchas veces no da respuesta a las necesidades de las personas con discapacidad que necesitan determinados dispositivos —relata Rafael Kohanoff, director del Centro de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad—, por eso desde el Instituto creamos un programa para que las escuelas técnicas puedan fabricarlos, impulsados con planos, manuales y con la asistencia técnica del Instituto”.
En la actualidad forman parte del Programa Productivo Tecnológico y Social del INTI más de 300 escuelas técnicas de 19 provincias.