INTI FEDERAL
Se trata de Pitina, un embutido de origen italiano típico de la región del Friuli. Luego de caracterizar fisicoquímicamente muestras de productos elaboradas en diferentes regiones del país, trabajamos junto a la pyme fueguina Chacinados San Andrés y otras instituciones para fundamentar y solicitar su inclusión en el reglamento de SENASA. Los equipos de Alimentos y Bebidas de Patagonia y de Tecnología de Producto en PTM lograron la aprobación de ese organismo, que permitirá usar la denominación que lo define y habilitar su comercialización.
Ante el desafío de la pyme Chacinados San Andrés de incorporar este peculiar producto al Código Alimentario Argentino, el Ministerio de Producción de Tierra del Fuego se contactó con nuestros expertos para que asistamos a esta empresa fueguina dedicada a la elaboración de embutidos ovinos.
Fue así que emprendimos la elaboración de un expediente técnico que ya fue aprobado por la Comisión Permanente de Estudio y Actualización del Reglamento de Inspección de Productos, Subproductos y Derivados de Origen Animal (CPEARI) del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). La redacción del informe, realizada bajo un contrato con el Consejo Federal de Inversiones (CFI), permitió iniciar el proceso legal por el cual próximamente este nuevo producto podrá comercializarse formalmente.
Argentina ha recibido emigrantes friulanos desde el siglo XIX y junto con ellos su cultura y tradiciones. Una de ellas es la producción de la Pitina friulana, originaria de los valles Dolomitas de Tramonti di Sopra en el norte de Italia.
“Para dar de alta este producto no sólo analizamos la elaboración de Chacinados San Andrés, sino que buscamos muestras en todo el país. Encontramos muchas variedades en Córdoba, detectamos que las vendían mal rotuladas como `salamín´ y hallamos puntos en común desde el aspecto técnico”, cuenta María del Carmen Díaz, a cargo del Departamento de Alimentos y Bebidas de la Subgerencia Regional Patagonia.
El grupo de trabajo realizó un exhaustivo relevamiento sobre normativa nacional e internacional, analizó la denominación de origen del producto en Europa y su implicancia para la denominación adecuada en Argentina; y estudió publicaciones de organismos oficiales y constancias de aprobación en otros países. Equipo de Patagonia Norte, de izquierda a derecha: Pablo Suárez, Analiz Alfonzo, Camila Ganuza, Karina Zubrzicky, Noelia Tito, María del Carmen Díaz, Magalí Gastaldo, Marina Pérez, Hernán Murno y Olga Apablaza.
“El equipo de Patagonia relevó los elaboradores de este producto, las variedades que hay en el mercado y su tipo de habilitación. En PTM trabajamos sobre el proceso productivo, analizando los parámetros claves para garantizar su inocuidad”, señala Estela Martínez Espinosa, jefa del Departamento de Tecnología de Producto, de la Subgerencia Operativa de Tecnología de Alimentos, que integra la Gerencia de Desarrollo Tecnológico e Innovación.
Para ello, realizamos la caracterización microbiológica, fisicoquímica y sensorial de muestras de producto lo más fidedigna posible a la Pitina friulana de origen italiano.
Habilitación de SENASA y homologación en el Código Alimentario Argentino (CAA) Luego de la redacción del informe técnico desde INTI y su análisis en SENASA, el organismo incorporó al numeral 16.9.28 “Pitina” y 16.9.29 “Pitina Tipo Friulana” al Capítulo XVI del Reglamento de Inspección de Productos, Subproductos y Derivados de Origen Animal. Podés ver la normativa desde aquí. Desde Tierra del Fuego, se solicitará la homologación con el CAA, lo que permitirá que este producto pueda elaborarse en todo el territorio argentino bajo las condiciones higiénico-sanitarias, bromatológicas y de identificación comercial que se definan. |
Pablo Cid