TALENTOS INTIANXS
Con su carisma, energía y pasión por comunicar, Liliana Canaves transformó el aburrimiento del aislamiento en pandemia en un proyecto personal en permanente crecimiento: “El Mundo de Lili”, su canal de YouTube sobre viajes, gastronomía y datos curiosos de la cultura local que ya cuenta con más de 2.500 suscriptores.
¿Qué sentiste cuando de un día para el otro te dijeron que hasta nuevo aviso no podías ir a tu lugar de trabajo por causa de la pandemia? Primero eran quince días, luego un mes, y así fueron pasando casi dos años.
El hecho de no poder disfrutar de mi tiempo libre durante el ASPO, sumado a no tener que madrugar y viajar dos horas por día al PTM y haberme aburrido de la TV y de Netflix, fueron el disparador de una nueva actividad que cada vez tomaría más vuelo. Decidí arriesgarme, no sin miedo y mucha vergüenza a crear contenido para YouTube. Pero…¿qué contenido?
Lo que más amo en la vida es viajar, pero de viajes no podía ser por causa del COVID 19, entonces, dado que me gusta cocinar, pero no soy cocinera, sino periodista y politóloga, comencé a generar videos contando las historias de los principales platos del mundo y sus influencias en las diferentes culturas y naciones.
Me resultó complicado intentar ser natural hablándole a una cámara, sonreírle, ser simpática, expresiva y entretenida ante un objeto inanimado. Me sentía ridícula y tardé unos días en decidir lanzarme a la pileta, dar el primer paso.
El desafío era llegar antes del año a los mil suscriptores y 4 mil horas de visualización, condiciones que YouTube exige para monetizar el canal.
Los primeros videos no me gustaron, pero eso no me acobardó, todo lo contrario, y con el tiempo comencé a entender poco a poco las herramientas que debía aplicar para que las visualizaciones aumentaran. Gustavo me incentivó mucho en este proyecto. Incluso se recibió de piloto de drone para captar tomas aéreas y así enriquecer los videos.
Logré llegar a los mil suscriptores en unos meses, y justo al año, llegué, con ayuda de amigxs que el camino de YouTube me fue dando, a alcanzar las horas exigidas.
La vergüenza con el tiempo fue desapareciendo y, en su lugar, se fue instalando la seguridad en mí misma, en hacer lo que quiero, sin buscar nada más que la satisfacción de sentirme útil con algo que me hace feliz, comunicar, de otra forma, con otras herramientas, pero comunicar al fin, con un proyecto personal, que por la generación a la pertenezco, nunca imaginé tener la capacidad de poder aplicar las infinitas posibilidades que las redes sociales te brindan para eso.
A medida que las restricciones para circular fueron flexibilizándose, amplié el tipo de material audiovisual, agregando, ahora sí, los viajes. Gracias al desafío de generar contenido, conocí lugares que tal vez, por cuenta propia, nunca hubiera conocido, como por ejemplo los pueblos de turismo gastronómico cercanos a CABA.
Al margen de la cantidad de suscriptores, visualizaciones y velocidad del crecimiento del canal, lo más importante es la comunicación que se establece con los suscriptores, que pasan a ser amigxs que comentan y la relación se vuelve más interesante, formando una comunidad integrada por quienes eligen ser parte.
El camino de youtuber me abrió las puertas a un nuevo mundo, que, a pesar de ser virtual, cambió mi realidad a través de la pasión de ejercer mi profesión, sentirme útil, y llegar al mundo que elige formar parte del mío. Por eso llamé al canal El Mundo de Lili, que puede ser el tuyo, si decidís formar parte de él.
Ingresá al canal de YouTube “El Mundo de Lili” desde aquí.
Ig: elmundode_lili
