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El equipo de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad continúa con el legado del querido Rafael Kohanoff y trabaja en la puesta a punto del diseño de un prototipo cuya ventaja es su fabricación a bajo costo. La iniciativa, que se pone a disposición de ONG´s y municipios, responde a una demanda creciente de este tipo de elementos a los que sólo se puede acceder a través de su importación.
El proyecto comenzó por una necesidad detectada en centros de rehabilitación y escuelas especiales en donde a sus asistentes se les dificulta la realización de actividades deportivas debido al costo elevado de sillas que prácticamente no se fabrican en el país. En la actualidad, no existe una oferta de sillas deportivas de alta performance para el deporte amateur, por lo que desde Tecnologías para la Salud y la Discapacidad del INTI se decidió estudiar el caso y cubrir este nicho con un producto nacional que resulte accesible a los usuarios.
La meta es desarrollar una silla de ruedas de fabricación nacional y de bajo costo, que permita la inclusión deportiva de los usuarios más vulnerables. "El desarrollo fue pensado desde su inicio para que su fabricación sea sencilla y económica para que más chicos puedan acceder al deporte adaptado. Nuestra responsabilidad es cubrir una demanda existente que no posee una oferta tecnológica asequible", señala el coordinador de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad, Nicolás Candiano.
Nicolás cuenta que el grupo de trabajo, integrado por Emilio Bargo, Juan Fisch y Alfredo Fernández, desarrolló varias instancias de prototipos digitales simulados para obtener un diseño modular de silla que pueda ser adaptado a diferentes deportes. "Pensamos desde el inicio en un diseño de bajo costo, que es de acero y no de aluminio, y de fácil fabricación. Todas sus piezas son de simple desarrollo y ensamblado mediante una matriz de soldadura que se entrega junto con los planos de la silla", precisa.
Una vez obtenido el diseño óptimo, se proyectó la creación de un curso teórico-práctico para formar personal idóneo que pueda fabricar la silla de acuerdo con la necesidad de cada usuario.
La silla de ruedas para iniciación deportiva se presentó recientemente en la Expo Ortopédica 2022, un evento anual que reúne a todas las empresas nacionales e internacionales, de fabricación e importación en materia de discapacidad motora; un espacio de intercambio entre empresas y clientes.
El acuerdo, firmado entre el INTI y la Fundación DeSoCha y el municipio de Cañuelas, apunta a multiplicar el acceso en la fabricación de sillas de ruedas y otros insumos para el deporte adaptado. La entidad tiene como eje central promover el desarrollo deportivo social y cultural. “Con este proyecto vamos a potenciar la mano de obra de personas con discapacidad que estarán a cargo del proyecto, no solamente en la instrumentación, sino también en la ejecución y en la fabricación”, afirmó Marcelo González, presidente de la Fundación.
El impulso de la actividad deportiva resulta fundamental para generar hábitos que faciliten la reinserción social y mejoren la calidad de vida. El año pasado, cuando se firmó el convenio con la entidad, el presidente de INTI, Ruben Geneyro, expresó: “Nos interesa mucho no sólo aportar al crecimiento productivo, sino también apoyar en el desarrollo de temas sociales. El trabajo conjunto que hoy iniciamos es un aporte más en las áreas en las que el INTI colabora habitualmente”.
Actualmente, el Centro de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad, continúa con el legado de su fundador, el querido y recordado Rafael Kohanoff, y se encuentra trabajando junto a diferentes municipios, ONG´s y el sector privado (RSE) interesadas en el desarrollo tanto del proyecto de silla de ruedas para la iniciación deportiva como de otros proyectos que buscan contribuir a la mejora de la calidad vida de la sociedad.
Pablo Cid