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Para que el relevamiento federal de medidas corporales llegue a cada rincón del país, hizo falta la cooperación de distintos sectores del INTI. Fernando Palas, de Envases y Embalajes, nos cuenta cómo trabajaron para que el traslado del escáner 3D se realice de forma segura.
El 2021 trajo aparejado un gran desafío para los profesionales del INTI: completar, en un contexto de pandemia, un exhaustivo relevamiento de las formas y medidas corporales de 14.000 personas, distribuidas por las distintas regiones de la Argentina, y en un plazo menor a un año. Para ello, el equipo de Textiles del organismo se valió de dos escáneres 3D de alta sensibilidad que, a fin de cumplir su misión itinerante sin contratiempos, debían ser trasladados con sumo cuidado.
Es así que Envases y Embalajes puso manos a la obra y diseñó una serie de contenedores adaptados especialmente a las características de los distintos componentes del equipo, desde los sensores hasta la estructura metálica del box de escaneo, para que resistan el manipuleo y las vibraciones del traslado por largas distancias, sin alteraciones.
“El principal desafío que teníamos era, por un lado, la fragilidad de los equipos, que estaban todos calibrados y puestos en una posición específica y, por otro, el tamaño de la estructura que los contenía, que era el de una persona erguida”, expresó Fernando Palas, integrante del equipo de Envases y Embalajes que trabajó en este proyecto, junto a Pablo Maiorana, Julio Suberviola, Franco Said y Pedro Cervantes.
En esa línea, Fernando contó que resolvieron el diseño del embalaje apelando a su experiencia con productos de alta sensibilidad, como equipamiento médico, dispositivos electrónicos, de medición y de alto valor agregado. Así, llegaron a la conclusión de que debían generar un soporte combinado, con un interior hecho en base a espumas que absorban la energía de las vibraciones, y un recubrimiento exterior más rígido, de cartón corrugado de doble onda, con mayor resistencia a posibles golpes.
“Teníamos que utilizar un material que no se aplaste en plano ni se deforme, y que no se comprima en el sentido de las columnas (de las ondas), además de que sea apto para resistir impactos concentrados, como alguna punta o saliente tanto del equipo como de alguna pieza que esté viajando en el mismo transporte, y este tipo de cartón es excelente para ese fin”, sumó el intiano.
Para mayor confort y seguridad de las personas que lo utilizaban, los profesionales separaron el embalaje en diversas partes, y plantearon la posición de los equipos de manera que obtuvieran mayor resistencia a los golpes de traslado. Además, a estos “porta escáner” se les adhirieron otras piezas de cartón en forma de cerco hacia los laterales para reforzar su protección, un refuerzo de espuma por encima de los instrumentos, y una tapa.
Por último, incorporaron cierres con velcro para poder abrir y cerrar los contenedores repetidas veces y de forma práctica, y manijas de plástico trenzado para levantar los equipos de forma estable y cómoda entre dos personas.
“La interacción con la gente de textiles fue excelente, ya nos conocíamos de compartir otros trabajos y de nuestra propia trayectoria compartida en el INTI, por lo que nos complementamos muy bien. Además, somos casi vecinos dentro del PTM”, comentó Fernando sobre esta asistencia interna, y concluyó: “Nos sentimos orgullosos de ser parte de un proyecto como este, nos parece re importante este trabajo tanto para la industria como para la comunidad”.
Carolina Vespasiano