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2021-08-14

Las aguafuertes de los cien barrios porteños contadas por Eleonora Schajnovich

En el número anterior del Intercambios, edición de otoño, les presentamos el libro Fauna Cadavérica del Cid Campeador, una compilación de poemas y relatos de la intiana Eleonora Schajnovich. En esta oportunidad los invitamos a indagar un poco más sobre la multifacética vida de Eleonora recorriendo parte de su desarrollo personal y profesional.

Fauna cadavérica

Fauna Cadavérica del Cid Campeador reúne poemas e historias que nos invitan a crecer como cardos entre las calles de la alta Buenos Aires y a recorrerlas sobre caballitos que sueñan con flores. A lo largo de sus páginas nacen monstruos burocráticos e intelectuales, hadas travestis, héroes al margen, y esperanzas ingenuas que renuncian a su explicación filantrópica por haber sido posibles. Los versos de este libro se multiplican en interrogantes metafísicos que son cuna de asfalto para todo un escenario repleto de personajes de una fauna que, pretendiendo no morir de amor, lucharán sin cuartel para que el amor no muera. Así se presenta esta compilación, cuya primera edición ya fue agotada y que tiene como autora a Eleonora Schajnovich, integrante de la Gerencia de Recursos Humanos.

“Escribo desde hace años, y el disparador siempre fue una necesidad imperiosa de significar algo de mis vivencias. Escribir es un ejercicio, pero lo excede, es parte de mi formación, mi profesión, pero también la excede, como diría Bukowski sucede por sí solo, quema las tripas, no hay otro camino ni nunca lo hubo” comenta Eleonora y agrega “la escritura, o el proceso creativo, fueron años de llegar cansada de trabajar, ensayar, estudiar y caer casi desmayada en la cama a cualquier hora y en vez de meter las patas en la palangana -como diría Urdapilleta- me metía con todo el resto que me quedaba en la computadora y tecleaba lo que me venía a la cabeza, así fui guardando carpetitas y carpetitas en mi vieja notebook hoy baqueteada por el teletrabajo" sonríe.

Eleonora, es actriz, docente, licenciada en Actuación y Psicóloga Social, por la Universidad Nacional de las Artes (UNA), la Escuela Metropolitana de Arte Dramático (EMAD) y la Escuela Pichón Riviere, respectivamente. Actualmente está terminando su licenciatura en Psicología (su tercera carrera) y trabaja en la Dirección Técnica de Gestión y Desarrollo de Recursos Humanos del INTI.

“Tengo intereses diversos, pero brego para que puedan integrarse a mi cotidiano, hay algo de estos caminos o saberes, mis carreras, que son parte de la formación que hace que escriba lo que escribo, que labure como laburo en INTI, y que comprenda desde la mirada que comprendo el mundo y que así lo vaya encarando en todas sus facetas”.


El libro fue editado por Hasta Trilce y se encuentra a la venta en las librerías de la Ciudad de Buenos Aires Sudestada, Hasta Trilce, y Medio pan y un libro. También se puede adquirir de manera virtual desde aquí 

Si bien Eleonora tenía varios textos escritos, fue una amiga quien la motivó a editar su primer libro: “Ella quería publicar un libro. Comenzamos a juntarnos, a leer y compartir nuestros escritos. Como tantxs otrxs, me alentaba a publicar, pero yo no sabía cómo hacerlo, y ella fue la que me insistió en que envíe mi material a un editor. Ahí, en pleno mayo/junio del 2020, Andrés, mi pareja, me obligó prácticamente a sentarme en la silla a compilar unos cuentos y a mandarlos. Me puse muy contenta de que se me haya dado la oportunidad”, destaca.

Hace algunos meses Eleonora, motivada por su tía escritora Elena Garritani (con varios títulos publicados), se presentó a un concurso de narrativa y, a mediados de agosto, se enteró que su cuento fue seleccionado para formar parte de una antología del 2° Concurso de Narrativa de la Fundación La Balandra. “El cuento se llama Curepí, que es un apodo despectivo de origen guaraní que significa piel de chancho y con el cual se nombra a los argentinxs o a las personas blancas”, comenta Eleonora, y agrega que el texto es un relato procaz y bizarrón, y trata, fiel a su estilo, de las peripecias laborales y alimenticias de Perla, su protagonista, una chica mística, amante de los embutidos y la numerología.

“En mi cotidianidad intento abordar todas mis facetas, mis vocaciones, como aspectos de un todo integrado. Sin la oficina, no actuaría ni escribiría como lo hago, como tampoco trabajaría en INTI con el profesionalismo que lo hago sin mis otras experiencias en otros campos formativos, laborales, artísticos, docentes e intelectuales”, concluye.

Valeria Montenegro
Comunicación Interna
nmontenegro@inti.gob.ar
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