Compartimos con todxs los intianxs del país el adiós de los trabajadores del Taller de Electricidad y del Departamento de Mantenimiento a Alfredo Russo, quien trabajó en el Instituto desde mediados de la década del setenta.
Querido Alfredo Russo: Desearía comenzar estas modestas palabras de afecto con una sentida frase…
La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan, si pueden recordarme siempre estaré con ustedes
Isabel Allende – Cuentos de Eva Luna
Claro que no vamos a olvidarte, formarás parte de nuestra memoria y agradables recuerdos compartidos. Con esta reflexión queríamos despedirte, estimado amigo. Tus compañeros de trabajo, quienes te conocimos, quisimos conmemorarte con este breve y sincero homenaje.
El gran filósofo y orador de Roma Marco Tulio Cicerón nos decía que la muerte es un proceso natural en la vida del ser humano donde “el alma persiste en su existencia”, y me permito observar estas palabras ya que su mirada era optimista: él pensaba que en la partida final se reposa y se encamina a un lugar mejor y auguro que así es que estás en un mejor paraje, solo cambiaste este plano terrenal.
Es por eso qué escogimos tenerte presente con regocijo y alegría para quienes no te conocieron aquí en INTI querido amigo y compañero Alfredo, eras un colega honesto, íntegro de valores inquebrantables y desinteresado a la hora de extender su mano y solidarizarse con sus compañeros de tareas. Alfredo fue además un sobresaliente deportista, estricto en la disciplina en la cual entrenó y se perfeccionó durante su juventud (Karate).
Una persona muy humana, caritativa, generosa y de principios. En ocasiones se mostraba impetuoso, riguroso y exigente en sus quehaceres. Por momentos era cascarrabias, pero comprendíamos que tenía un gran corazón, era un ser sensible, afectuoso y de buenos sentimientos a quien vamos a extrañar.
Desearía contarles también que antiguamente en el INTI a través del ocio el esparcimiento y por intermedio de los campeonatos de fútbol entablábamos y fortalecíamos lazos de amistad y camaradería entre compañeros de trabajo y gracias a compartir esos espacios y encuentros, que aún añoramos, teníamos a un gran arquero bajo los tres palos ya que se destacó durante varias temporadas (en la década del 80) en los certámenes de fútbol que se desarrollaban con diversos equipos conformados de distintos centros del PTM logrando varios campeonatos para el Departamento de Mantenimiento.
Con este humilde escrito quisimos evocar a nuestro compañero Alfredo Russo y su paso por el Instituto venerando la gran persona que fue para nosotros.
Gracias por los momentos compartidos y por haber dejado un grato recuerdo en nuestros corazones.
Se despiden tus compañeros del Taller de Electricidad y del Departamento de Mantenimiento.
Un gran abrazo amigo, hasta siempre.
