GÉNEROS Y DIVERSIDAD
Desde la Gerencia de Recursos Humanos nos encontramos trabajando con los ministerios de la Mujeres, Géneros y Diversidad y de Desarrollo Productivo, evaluando tácticas que faciliten el acceso laboral para personas trans al INTI.
Podemos definir como “comunidad trans” al cúmulo de identidades de personas cuya vivencia de género no se condice con el género que, en base a la especificación binaria del sexo, se les asignó culturalmente al nacer.
Este experimentarse y asumirse como identidad trans se organiza en un proceso que puede o no anclarse en modificaciones corporales, cirugías de reasignación de sexo, ingesta de hormonas, o performances cosméticas, para culminar en identidades travestis, transexuales, transgéneros e incluso disidencias sexuales.
Desde el Foro de disidencias, géneros y diversidad sostenemos que la perspectiva de género y su transversalización debe de incluir la problemática específica que atraviesan dichas identidades, pues de no hacerlo dejaría de ser perspectiva para entronarse en un único punto de vista (cis), que, como todo punto, carecería de dimensión. Resulta imperioso visibilizar las realidades trans, analizar los factores específicos que generan sus desigualdades y evaluar las posibilidades para modificarlas.
Históricamente, desde la cultura patriarcal heteronormativa, un entramado de barreras estructurales se ha aplicado en vistas de favorecer la marginalidad y la expulsión de las identidades trans. Todo el ámbito comunitario que hace a la convivencia en una sociedad organizada, mediante la construcción de prejuicios, modelos de conducta y esquemas de disciplinamiento mental y corporal, favorece a la consolidación de patrones de discriminación social, perpetrando un imaginario que aduce como fin laboral de lxs trans la prostitución, o cuanto más el estilismo o el baile. Pero ese imaginario, no imagina que es él mismo quien sella el destino de las identidades trans, colaborando a la estigmatización y naturalizando el proceso de expulsión social.
Marginadxs del sistema educativo, del sistema de salud y aún de la justicia (donde los jueces desde sus solios lustrados evaden la Ley Micaela), también resultan precarizadxs en el ámbito laboral.
En nuestro país poco más de la mitad de la población trans tiene aprobado únicamente el nivel educativo primario, aproximadamente un 20% culminó el nivel secundario, y sólo un 2% finalizó estudios universitarios. Asimismo, más del 80% de las personas trans no cuenta con cobertura de salud, y en su gran mayoría sólo pueden acceder a trabajos informales o dependen de, al parecer la única forma de supervivencia permitida a hurtadillas por el gran hombre: la prostitución. También su situación habitacional es profundamente precaria. Con una expectativa de vida que ronda entre los 30 y 40 años, y siendo las víctimas predilectas de los crímenes de odio, desapariciones (como el caso actual de Thuel) escarnios y desprecio, debemos abogar desde nuestro ámbito laboral por cumplir la Ley de Cupo de Trans generando al menos un aporte que sea punta de lanza para un cambio más profundo y estructural.
El régimen de transfobia que rige en el ámbito laboral privado (donde merced a la vulnerabilidad de las identidades trans se caracteriza por el hostigamiento, la violencia y la servidumbre) debe de ser puesto en cuestión, en principio mediante el ámbito público a través de políticas de Estado, favoreciendo su inclusión a derechos básicos como la educación, la salud y el trabajo, y permitiéndoles demostrar que el desempeño laboral de una persona no tiene ninguna relación con el género que unx porta.
Desde el INTI les invitamos a revisar los modelos dicotómicos que nos rigen, para entre lo normal y lo anormal, no optar por el silencio ensordecedor que condena a quienes transgreden nuestros prejuicios a caer en ese entorno paradójico que es ser expulsadx dentro de los márgenes mismos de nuestra sociedad.
Por ello desde la Gerencia de Recursos Humanos nos encontramos trabajando tanto con el Ministerio de la Mujeres, Géneros y Diversidad, así como con el Ministerio de Desarrollo Productivo, evaluando tácticas que faciliten el acceso laboral para personas trans.
Si tienen algún/a conocidx o interesadx para postularse, se encuentra la posibilidad de inscribirse en la bolsa de trabajo en el siguiente registro de inscripción.
Entre tanto, desde el Foro de Disidencias, Géneros y Diversidad de la Gerencia de Recursos Humanos estamos elaborando una base propia para uso exclusivo en INTI, bregando por instalar diversas aristas para la perspectiva de género como política institucional. Cabe aclarar que pueden hacer uso del registro de inscripción todxs aquellxs que se encuentren comprendidxs en las previsiones del decreto que da lugar a la ley de cupo trans: las personas travestis, transexuales y transgénero, que hayan o no efectuado la rectificación registral del sexo y el cambio de nombre de pila e imagen a que refiere el artículo 3° de la Ley N° 26.743.
Para más información, escribir a forodedisidenciasgenerosydiversidad@inti.gob.ar
POR UN INTI CON LEY DE CUPO TRANS
Comunicación Interna