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2018-11-21

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Del laboratorio a la imprenta: El libro de Zulema Mahmud es fruto de seis años de investigación

Doctora en Ciencias Químicas e intiana desde hace 39 años, Zulema investigó, desde Procesos Superficiales, el comportamiento de recubrimientos metálicos para lograr aleaciones más resistentes a la corrosión, tema que aborda en su libro editado y publicado por el INTI.

Zulema Mahmud
Zulema exhibe orgullosa en el entorno verde del PTM la versión impresa de su libro

Quien conoce a Zulema Mahmud seguramente habrá experimentado una singular sensación de cercanía al intercambiar algunas palabras con ella. De personalidad única, entabla con cercanos y ajenos ese particular modo de vincularse, enormemente cálido, afectuoso, genuino, y, en ocasiones, imprevisible, cuando asoma su humor y picardía. Su habitual remate “beso” o “abrazo” la caracteriza y puede confundir al interlocutor novato, quien verá en ella, a través del cristal de los estereotipos de género, una señora tierna y dulce ajena al ámbito científico tecnológico.

Pero Zulema tiene un temple de acero y es pura determinación cuando se pone un objetivo: investigar durante seis años (luego de realizar su tesis doctoral) el comportamiento de recubrimientos metálicos para lograr la mayor resistencia a la corrosión. “Nueva aleación más protectora: del laboratorio a la industria” es prueba de ello. Libro de su autoría, publicado recientemente por el INTI, es el fruto de “infinitos ensayos”, según sus propias palabras, realizados en los laboratorios de Procesos Superficiales, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, y la CNEA, para evaluar cómo se produce en diferentes condiciones, mediante el agregado de partículas y aditivos, el mejor material de aleación de zinc-níquel; pruebas que luego fueron replicadas a escala industrial, con iguales tendencias en los resultados para las mismas condiciones de operación.  

Para explicar el aporte de esas investigaciones, volcadas en su libro, repleto de gráficos, fórmulas y fotomicrografías, Zulema comienza su explicación con una frase simple que contrasta con la complejidad de su obra: “Estos materiales tienen que ser bondadosos y duros a la vez, para dar protección y para ser resistentes al desgaste”. Atributos que a la vez permiten entrever rasgos de la personalidad de una mujer perseverante, luchadora y valiente.

Zulema comenta que los recubrimientos metálicos se producen por electrólisis para incorporar al material de base donde se depositan, por ejemplo un acero, elementos zinc y níquel más ciertos aditivos (sacarina y SSA) y partículas (en este caso carburo de silicio o alúmina) que le confieren mucha más resistencia al ambiente. “La cuba de electrólisis es un recipiente donde se coloca la solución con electrodos a los que se les aplica corriente, que permite depositar en este caso los iones de zinc-níquel en el acero, y formar una capa protectora que le otorga más dureza y brillo al material”, explica.

Tras años de investigación, Zulema  pudo corroborar que las mejores condiciones de espesor de zinc en las aleaciones no eran las establecidas hasta el momento en las publicaciones científico-técnicas.  

En el prólogo del flamante libro, la ingeniera Química de la Universidad de La Plata, Liliana Mabel Gassa, sintetiza lo esencial del aporte de estas investigaciones: “Este trabajo de investigación ofrece información extensa de un tipo especial de recubrimiento metálico, el de la aleación zinc-níquel, que proporciona una excelente protección contra la corrosión, aún a altas temperaturas. (…) Lo novedoso de este trabajo es el análisis de las propiedades de estas aleaciones que se han preparado usando baños de electrodepósito tradicionales, en soluciones concentradas y en las concentraciones de los componentes, que son el resultado de mucho trabajo de investigación”.

“Estudié durante tres años en laboratorio y tres años en la industria las variables óptimas de operación de la electrodeposición, modificando las condiciones de corriente, el tiempo de electrólisis, la temperatura, la velocidad de agitación de la solución, el tipo y tamaño de partícula y las concentraciones de los aditivos no convencionales que utilicé para lograr un espesor menor y más eficiente”, precisa Zulema. “Analizamos cada material obtenido de la aleación con varias técnicas: utilizamos equipos de fluorescencia de rayos x que tenemos en Procesos Superficiales para medir espesores y el porcentaje de níquel en la aleación (que cuanto mayor es, mejora la calidad del material); también en los laboratorios de la Facultad de Ciencias Exactas; y luego en los laboratorios de difracción de rayos X de CNEA”, relata la autora del libro, quien, tras años de investigación, pudo corroborar que las mejores condiciones de espesor de zinc no eran las establecidas hasta el momento en las publicaciones científico-técnicas, sino que eran menores y por ende más económicas: 10 micrones de espesor en vez de 20.

Esa perseverancia para investigar y conseguir recursos gracias a amigos y colegas de organismos pares también la llevaron a probar los resultados obtenidos a escala industrial. Fueron largas jornadas, durante tres años, dos veces por semana, y que podían extenderse hasta la noche, de ensayos en una fábrica de paragolpes de camiones que cedió sus instalaciones a la tenaz doctora en Ciencias Químicas.

Esa misma tenacidad fue la que le permitió concretar la edición e impresión de su libro en el propio Instituto, el cual está disponible en nuestra web (ingresar desde aquí) y está siendo distribuido a las bibliotecas técnicas de todo el país.

Dedico mis investigaciones a todos mis amigos del INTI que amo y amé siempre”
Gracias a todo el grupo de Comunicación y Diseño, en particular quiero agradecer especialmente a Cristina Jiménez. También quiero agradecer a los Centros de Procesos Superficiales, Mecánica, a todos los operan el Microscopio Electrónico, a los integrantes de la Biblioteca y de la Imprenta. Además quiero agradecer a todos quienes hicieron posible esta publicación de la Coordinación de Gerencias Técnicas del INTI.
Agradezco infinitamente las investigaciones realizadas por la doctora Norma Míngolo en la CNEA, y al doctor Gabriel Gordillo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, y también a la ingeniera Liliana Gassa. Reconozco especialmente a los ingenieros Jorge y Omar Maskaric de Dropur S.A, empresa de galvanotecnia, y a sus empleados que hicieron los experimentos en la industria.
Gracias a todos mis compañeros del INTI y de las otras instituciones. 
Zulema Mahmud

Trayectoria
Zulema estudió Ingeniería Química en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires y realizó su tesis de doctorado en Ciencias Químicas sobre aditivos para cincado en medio ácido, en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN-UBA). Ingresó al INTI en 1979 y desde entonces, como integrante del Centro INTI-Procesos Superficiales, trabajó en investigación aplicada, asistencia técnica  y asesoramiento para numerosas industrias nacionales y la Fuerza Aérea. Además del dictado de cursos de materiales y docencia en electroquímica y álgebra. Obtuvo el primer Premio a la Innovación Tecnológica en las Jornadas Tecno INTI 2010.  En 2011, el Instituto publicó una patente de un nuevo material de su autoría, INPI 2014 que se encuentra en el portal internacional de patentes Espacenet. En 2016 obtuvo el premio Ugarit que otorga el Club Sirio Libanés, por su aporte en el campo científico-técnico, por la investigación, el desarrollo y el compromiso con el país.

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