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2018-08-21

ENTREVISTA

“Un esquema regional tiene el valor de integrar actores y conocimientos para aumentar la presencia del INTI en las provincias”

Como vocero del grupo de trabajo del nodo Cuyo, Juan Carlos Najul señala que el nuevo modelo institucional propone generar una matriz de mayor organización interna que permita jerarquizar necesidades y ordenar la oferta tecnológica en función de las distintas cadenas de valor.

Juan Carlos Najul
Director de INTI-Mendoza y referente del diseño de la nueva estructura en la región Cuyo

¿Qué rescatás del proceso de trabajo de los grupos multidisciplinario que pensaron el nuevo diseño organizacional?

Fueron meses de intenso trabajo en el marco de distintos talleres, donde nos hemos enriquecido en el intercambio de miradas y conocimiento.

Desde el grupo nodo Cuyo, considero que fue una experiencia valorada como necesaria para mejorar el funcionamiento del INTI. Nos permitió reconocer todo lo hecho durante los últimos años y a la vez reorganizarnos para orientarnos a un servicio más eficiente y eficaz. Esta experiencia se enmarca  en un proceso de organización de todos los recursos del Estado tendiente a mejorar su funcionamiento.

Creo que el nuevo organigrama tiene una doble función: organizarnos internamente con una mirada estratégica enfocada en las cadenas de valor y el desarrollo regional, y a su vez, mejorar nuestros procesos internos y la forma en que nos vinculamos con el resto del Estado.
  
¿Qué aspectos considerás  que se tienen que potenciar para lograr mayor eficiencia en la gestión?

Creo que necesitamos potenciar  la asistencia del INTI para fortalecer las cadenas de valor. Tenemos los recursos técnicos para apuntalarlas pero necesitamos  coordinar mejor la gestión de nuestras capacidades para lograr una transferencia eficiente hacia esas cadenas de valor y a la industria en su conjunto. El nuevo organigrama va a habilitar transferir más  eficientemente todo el conocimiento que tiene el INTI en todas sus áreas, desde el asesoramiento integral , los servicios industriales, y la Innovación y Desarrollo.

Nuestro desafío es que las pymes agreguen cada vez más valor a su producción, sean más competitivas, en una Argentina que tiene que mejorar su inserción en el mundo. Las pymes tienen que pensar en términos de competitividad a largo plazo; eso depende de la gestión empresaria  y del desarrollo tecnológico. En esos aspectos, creo que esta nueva forma de organizarnos nos va a permitir llegar con más eficiencia en el uso de recursos y en generar mayor impacto.  Hacer más relevante el trabajo cotidiando, coordinando mejor nuestras competencias.

¿En qué sentido el nuevo modo de organización regional puede promover la relación con el sector industrial?

Las cadenas de valor no tienen límites geográficos y políticos; funcionan integrando recursos y compartiendo problemáticas y necesidades.  Por eso, la mirada regional va a potenciar nuestro alcance territorial. Por citar algunas casos, las cadenas propias del oeste como la olivícola o vitivinícola tienen problemas similares  en las provincias de Salta, Catamarca, San Juan o Mendoza. Este nuevo diseño institucional permite a los profesionales del INTI tener esquemas de asistencia técnica que estén validados y sistematizados para hacer más eficiente nuestra transferencia. Hacia el interior del Instituto, contar con un esquema que nos permita reconocer nuestras capacidades, y hacia afuera,  realizar un abordaje regional en la asistencia sin perder de vista las particularidades de un país extenso y  diverso.

El modo de organización regional tiene ese valor de integrar actores y conocimientos y creo que nos va a permitir aumentar la presencia del  INTI en las provincias argentinas.

Respecto del modo de abordaje regional con mayor integración de las distintas sedes del INTI, ¿podrías darnos algún ejemplo sobre cómo venían trabajando en las provincias la oferta de servicios y cómo este cambio podría eficientizar la asistencia a las cadenas de valor? ¿Algún inconveniente que fuera recurrente?

Generar mayor cercanía entre lo sectorial y las problemáticas regionales desde ya que va a ser beneficioso. No podríamos replicar en cada provincia las capacidades instaladas en todo el INTI. Duplicar capacidades sería muy ineficiente desde el punto de vista de la gestión de los recursos públicos. Por ejemplo, la provincia de San Luis tiene una importante industria plástica que el INTI asiste desde lo sectorial a través de INTI-Plásticos con gran impacto. Estas experiencias deberían multiplicarse en todas las provincias y cadenas de valor.

Vamos a generar una matriz de mayor organización interna que permita jerarquizar las necesidades y ordenar la oferta y la demanda de tecnologías y servicios tecnológicos que las distintas cadenas requieren. Los profesionales y técnicos del INTI trabajan  con mucha vocación y siempre intentan dar respuesta a las demandas. Pero hay un problema en los tiempos y en la eficiencia en la oferta de los servicios. La industria necesita respuestas en tiempo y forma, eso resulta vital para la industria. Para su actividad económica, atender un nuevo mercado o lanzar un nuevo producto. El nuevo esquema organizacional nos va a posibilitar generar sistemas de información y documentar los procesos para una oferta más eficiente.

¿Cuáles son las áreas estratégicas definidas para apuntalar las cadenas de valor de la región Cuyo?

Hemos delineado el acompañamiento de áreas estratégicas como son las energías renovables, para lo cual el INTI ya tiene un Centro especializado; el desarrollo de la agroindustria, una tarea vital para transformar a la Argentina en el supermercado del mundo, más que en el granero del mundo; y el sector energético tradicional, a través de aumentar la presencia de pymes locales en la cadena de valor de petróleo y gas. Se trata de áreas industriales de gran importancia para los gobiernos provinciales.

El oeste argentino, que es lo que más conozco, tiene enormes potencialidades en fuentes renovables de energía como la eólica, solar o biomasa. Si bien venimos transitando un proceso de cada vez mayor acompañamiento y cercanía con esos sectores,  el desafío es que los recursos que vamos formando y el conocimiento generado tengan mayor alcance en la transferencia e impacto en las economías provinciales y regionales. 

Tenemos los recursos técnicos para desarrollar las cadenas de valor pero necesitamos coordinar mejor la gestión de nuestras capacidades para lograr una transferencia eficiente

Necesitamos seguir promoviendo el desarrollo del sector de alimentos, otro eje que definimos como prioritario, mediante el desarrollo de productos y la mejora de productos y procesos. Las empresas necesitan respuestas integrales de nuestra parte. La complejidad propia del desarrollo del conocimiento y del desarrollo tecnológico, requiere de una mirada integral e interdisciplinaria en la asistencia. El INTI está en condiciones de ofrecerlo con un adecuado trabajo coordinado entre lo sectorial y lo regional.

¿Por qué creés que no hemos logrado ampliar el alcance de nuestra capacidad de transferencia?

Creo que hay muchos casos diferentes en este tema. Algunos muy exitosos, que hay que profundizar y multiplicar, y otros donde la transferencia puede mejorarse.

Como organismo público que promueve el crecimiento  industrial como fuente del desarrollo de una nación,  tenemos una gran responsabilidad. Por eso es importante que multipliquemos los casos exitosos de transferencia para lograr un mayor impacto en el entramado productivo.  La coordinación entre lo regional y sectorial que propone este esquema lo habilita.

Uno de los problemas que afectan la transferencia tiene que ver con el flujo de información, y la falta de coordinación de esfuerzos. La coordinación interna entre lo regional y sectorial nos va a permitir manejar un mejor  lenguaje, armonizar criterios, generar los flujos de información que permitan conocernos mejor. Con mayor conocimiento de nuestros recursos y capacidades se van a dar procesos más simples y eficientes.

Tengo una gran expectativa en que este proceso sea acompañado con las herramientas adecuadas que permitan mejorar el flujo de información y los procesos de transferencia, lo cual va a impactar en reconocer nuestras capacidades y quiénes son nuestros beneficiarios.

Hablo de herramientas que se emplean en cualquier organización moderna que tenga flujos de información complejos, matriciales. Hoy hay muchas iniciativas en INTI orientadas a emplear herramientas informáticas, como es el caso del CRM, que van a permitir incrementar los módulos que se utilizan, interactuar con otros organismos del Estado.

El Estado es uno solo y tiene que administrar recursos acotados con alta eficiencia. En INTI compartimos áreas de conocimiento, por ejemplo, con universidades nacionales, el Conicet o distritos provinciales. Necesitamos compartir esa información para promover nuestra transferencia y el desarrollo industrial .Tenemos que tener esa calidad de información que nos permita ser eficientes en el uso de los recursos públicos. Los sistemas de información que estamos incorporando van a facilitar esa tarea.

Hay una fuerte vocación de servicio público en el INTI, lo que falta son herramientas y mecanismos que sean reconocidos por todos. La estructura permite esa visualización de procesos internos, compartidos, para empoderarnos y para potenciar el diálogo con el resto del Estado.

Creo que la nueva estructura nos permite reconocernos como una única entidad nacional que opera federalmente, y a la vez, reconoce nuestra historia de 60 años, el ser referentes en áreas específicas como la Metrología o el desarrollo de la Calidad.

El organigrama es una herramienta  para que funcione mejor la institución. Pero el funcionamiento lo vamos a dar las personas y nuestra capacidad de entendernos, dialogar, gestionar y liderar.

 Juan Carlos Najul es ingeniero Industrial e ingresó a la sede PTM en 2003 para desarrollar una oficina de evaluación de proyectos en la Unidad de Apoyo a la Generación de Empleo Sustentable , que financiaba y daba asistencia a emprendimientos pymes. En 2004 concursó el cargo de coordinador de la región Cuyo en un momento en el que el INTI encaraba un proceso de desarrollo de coordinaciones regionales con una mirada estratégica federal. Desde las coordinaciones, se impulsó la creación de centros en cada provincia; y en el caso de Cuyo, Juan Carlos promovió  la puesta en marcha de INTI-La Rioja, San Luis, La Pampa y San Juan. En 2011 asumió la dirección de INTI-Mendoza.

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INTI Comunicación
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