La inteligencia colectiva desafía el cambio climático
Entrevista exclusiva a la investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Laur Hesse Fisher, que visitó el INTI con el objetivo de dar a conocer un proyecto colaborativo sobre la temática.
Laur Hesse Fisher dirige “Climate CoLab”, un proyecto que explora los alcances de las nuevas tecnologías digitales para buscar posibles soluciones a problemas sociales de larga data como el cambio climático
El cambio climático es una realidad que afecta a todas las sociedades del mundo y que requiere tomar medidas conjuntas urgentes, no sólo para reducir su impacto sino también para anticiparlo. Una acción en este sentido es el proyecto “Climate CoLab” del MIT, que conecta a más de 80 mil personas de todo el mundo para desarrollar propuestas acerca de cómo lidiar con esta problemática.
Con el objetivo de dar a conocer la iniciativa, la responsable del proyecto Laur Hesse Fisher visitó el INTI y recorrió las instalaciones del Centro de Micro y Nanoelectrónica. “La especialista nos aportó una visión muy distinta a la que estamos acostumbrados —donde predominan los proyectos individuales—, para trabajar con la inteligencia colectiva”, destaca Daniel Lupi, vocal del INTI.
“Aprovechamos la visita de la investigadora del MIT para fortalecer el vínculo entre los Institutos porque ambos trabajan en temas similares como tecnología, inteligencia colectiva y medio ambiente”, subraya Katherine Ordoñez, agregada cultural de la Embajada de Estados Unidos en Argentina.
Entrevista a Laur Hesse Fisher ¿Cómo surgió Climate Colab y cómo funciona? La iniciativa fue impulsada por el profesor Thomas Malone, quien fundó el Centro de Inteligencia Colectiva del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Esta área investiga cómo pueden trabajar juntas las personas y las computadoras para producir resultados eficientes. El Climate Colab es un proyecto que surgió con el objetivo de explorar los alcances de las nuevas tecnologías digitales para interconectar las ideas de miles de personas sobre posibles soluciones ante problemas sociales de larga data (con una dinámica de funcionamiento similar a Wikipedia). En este sentido, el eje central tiene que ver con temáticas vinculadas al cambio climático.
¿Podrías contarnos algún caso de trabajo? Una de las propuestas con las que trabajamos el año pasado se denomina “Kiri” y fue impulsada por un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) de Argentina. La iniciativa consiste en una campaña destinada a que los equipos de aire acondicionado residenciales tengan una temperatura mínima en el modo cool de 25°C. Su objetivo es que los usuarios conozcan que el consumo de energía disminuye exponencialmente al cambiar el seteo de temperatura en unos pocos grados. El trabajo resultó ganador de la competencia internacional del MIT Climate Colab en la categoría “Industrias”. Este reconocimiento permitió además que el proyecto recibiera el apoyo del gobierno nacional, lo cual es muy importante. Otro caso interesante fue un proyecto de Canadá, que consiste en tomar fotografías infrarrojas aéreas a través de un dron. Estas imágenes permiten visualizar rápidamente en el mapa cómo es el consumo energético en los diferentes hogares. De esta forma se pueden evaluar y comparar diferentes comportamientos de consumo.
¿Qué pensás sobre el futuro de la inteligencia colectiva en la sociedad? Lo que opino es que estamos recién en el comienzo. Creo que es algo muy reciente y que el éxito verdadero está llegando porque el potencial, especialmente de Internet, es muy amplio.
¿Cuál es el objetivo de la visita a Argentina? Estamos en contacto con gente muy inteligente y brillante de Argentina, que están dispuestos a aportar sobre la temática del cambio climático. La idea es que se puedan sumar al proyecto Climate Colab.
¿Qué le pareció la visita al INTI? Pude conocer gente muy apasionada e inteligente, que está trabajando en diferentes proyectos. Si bien sólo visité el Centro de Micro y Nanoelectrónica del Bicentenario, sé que hay muchos más sectores en el Instituto. También me contaron sobre desarrollos que aportan directamente a brindar soluciones a problemas cotidianos de la sociedad, de agricultores y de la industria. Justamente lo que se realiza aquí es lo que creemos que debe suceder con las investigaciones, que tengan aplicaciones concretas en la gente.
