Junto a especialistas del INTI, una chocolatera de Bariloche logró mejorar y reorganizar todos los sectores de su cadena de producción, desde la gestión de los proveedores hasta la venta de sus productos. Hoy su desafío es exportar.
La industria alimenticia más importante de Bariloche es el chocolate. La primera fábrica de la ciudad abrió en 1948, de la mano de inmigrantes italianos. Este alimento, dulce y altamente calórico, se convirtió en el regalo favorito de los turistas. En la actualidad, el chocolate es parte de la identidad de la ciudad y representa una de las industrias que genera mayor cantidad de mano de obra local y regional.
El trabajo del INTI con el sector chocolatero fomentó el crecimiento y proliferación de pymes y el acceso a nuevos mercados. Especialistas en alimentos y tecnologías de gestión del Instituto asesoran a las fábricas para lograr estándares de calidad y transformar los puestos de trabajo temporarios en fuentes de trabajo permanentes. Estos aportes permiten al sector ir más allá de las temporadas turísticas, por ejemplo, disminuyendo el tiempo de capacidad ociosa de algunas líneas de maquinarias de uso exclusivo para determinada época del año.
Chocolate Patagónico es un emprendimiento que comenzó hace más de una década y hoy está expandiendo y diversificando su producción. Su titular, Adrián Inostroza, cuenta: “Empezamos solos, mi esposa y yo, tuvimos que atravesar la crisis provocada por la erupción del volcán Puyehue, y desde 2012 estamos creciendo. Hoy es un orgullo que mi hijo mayor trabaje con nosotros”. Actualmente este emprendimiento familiar, que comenzó vendiendo alfajores en ferias, cuenta con 20 empleados y tres locales de venta al público.
La asistencia técnica del INTI les permitió profesionalizarse y ganar nuevos mercados. Aplicaron tecnologías de gestión (5S), estandarización de procedimientos para mejorar el sistema de venta y atención al público y se capacitaron en Buenas Prácticas de Manufacturas, además de reorganizar espacios de producción para cumplir con requisitos de calidad e inocuidad. De la mano del INTI también presentaron un proyecto en el Parque Industrial Bariloche mediante el cual pudieron acceder a la compra de un terreno donde prevén instalar la fábrica, que será la primera del rubro en este predio.
“Ahora estamos trabajando para habilitar una fábrica de dulces y nuestro próximo desafío es exportar chocolates y alfajores a Chile, nuestros productos principales”, adelanta Inostroza.
El INTI acompaña al sector acercándose a los requerimientos de pymes y emprendimientos en distintas actividades, tales como implementación de normas de inocuidad y calidad, formulación de proyectos para la obtención de financiamientos, gestiones y documentación para la habilitación de productos, capacitaciones, mejora de la productividad, y rotulados y ensayos para exportación.
Alejandro Yanniello
