Relevamiento de la presencia de nosemosis en apiarios de la provincia de Mendoza durante la temporada 2003/2004
Funes, O. E.(i)
(i)INTI-Frutas y Hortalizas
Introducción La Nosemosis es una enfermedad producida por un protozoario denominado Nosema apis Zander, parásito intestinal de la abeja adulta, que pertenece al Grupo Neosporídeos, Orden Microsporídeos y Familia Nosematidae. En 1909 fue Zander quien habló por primera vez sobre la existencia de este protozoario. En honor a él, se designó con su apellido. Este parásito tiene formas esporulares, denominadas esporos. En el ciclo biológico del Nosema apis Z., el esporo representa tanto el estado inicial como el final, este corpúsculo de forma oval posee dos polos y es más alargado en la parte posterior. Mide entre 4,6 y 6,4 micrones de largo por 2,5 a 3,0 micrones de ancho y se halla envuelto en una fina pero resistente membrana. El contenido interno del esporo se compone principalmente de un protoplasma granuloso. Usando coloraciones especiales, puede llegarse a observar cinco núcleos, una cápsula polar en el polo anterior y una vacuola en el polo posterior. El filamento polar, se encuentra extendido por todo el protoplasma y recogido en espiral alrededor de la vacuola. Este órgano muy particular surge en el momento de la germinación. Algunos autores, creen que el filamento constituye él germen mismo del nosema y que se puede implantar desde el esporo al interior de las células epiteliales ( Figura 1 ).
Figura 1-Diagrama de un esporo de Nosema apis Z.
Los filamentos miden entre 200 y 400 micrones y dan lugar a las formas vegetativas, originando al Planonte,
pequeño germen ameboide que se nutre de la secreción celular, dado que parasita directamente a las células epiteliales. Allí se multiplica rápidamente y luego de varias fases de transformación, pasa al estado de Meronte y da origen al Esporoblasto. Durante todo este proceso, destruye gran número de células, luego se transforma en esporo joven y finalmente en esporo maduro infectante.
El esporo joven no tiene capacidad de reproducción, dado que sus filamentos polares no se han desarrollado lo necesario. Parece que la formación del esporo, desde que parasita a una célula tarda tres días en desarrollar completamente. El esporo cumple todo su ciclo en el ventrículo y en la ampolla rectal. Penetra por vía oral, pasa por el esófago alcanzando el ventrículo, aquí sé generan pequeñas formas vegetativas ameboides, que en la luz intestinal se convierten en Planontes ( figura 2 ), los que penetran en las células epiteliales que recubren el ventrículo.
Esporo maduro infectante → Planonte → Meronte → Esporoblasto → Esporo joven →
Esporo maduro
Figura 2- Estadios que sufre en su ciclo biológico el Nosema apis Z.
Los Planontes, también denominados “motile planonts”, se multiplican invadiendo como dijimos las células del epitelio del ventrículo, destruyendo gran cantidad de células epiteliales; estas heridas producidas en el aparato digestivo de la abeja, ocasionan una hemorragia a ese nivel, con el consecuente debilitamiento de la abeja y esto provoca la necesidad de reponer las células perdidas mediante la ingestión mayor de alimento. Ello explicaría el mayor consumo invernal y primaveral de miel en las familias enfermas.
La germinación del esporo se produce entre los 7 y 10 días. Las células epiteliales poseen principios que actúan en la digestión de las proteínas, de tal manera, que ahora se puede entender la importancia de esta destrucción y por que, en las abejas enfermas con Nosemosis, sé encuentran gran cantidad de granos de polen sin digerir. Este síntoma es inequívoco de la presencia de la enfermedad. Los parásitos se multiplican dentro de las células epiteliales y pasan a
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través de etapas adicionales de desarrollo, denominados “Merontes”, para luego ser Esporoblasto, esporos jóvenes y finalmente esporos maduros. La nueva siembra de esporos sé ubica dentro del ventrículo cuando justamente se rompen las células epiteliales produciéndose así una autoinfección. Los esporos pasan a la ampolla rectal y son expulsados con los excrementos produciéndose por este medio la diseminación y futura infección de nuevos individuos.
El aparato digestivo (3) y los órganos que lo constituyen, poseen para el técnico mucha importancia, dado que allí se realizan los fundamentales procesos metabólicos de la asimilación de los alimentos, pero por otra parte la acción parasitaria también puede accionar en este tracto, en forma sumamente negativa para el desarrollo y sostenimiento orgánico de la abeja.
El aparato digestivo de la abeja (figura 3) se inicia en la glosa o lengua y termina en la cloaca, teniendo como partes intermedias: Faringe, buche melario, proventrículo, ventrículo, tubos de Malpighi, intestino medio, ampolla rectal y cloaca. El ventrículo es el verdadero estómago del insecto. Su importancia reside en que es el lugar donde se realiza la digestión y absorción del material alimenticio. Interiormente está recubierto por un epitelio que genera una abundante proliferación de células, las cuales segregan jugos gástricos y enzimas que producen la digestión de los alimentos. Es sabido que en la alimentación de la abeja, existen dos tipos de compuestos, los plásticos (proteicos) que brindan la formación de músculos, órganos, etcétera y los alimentos energéticos, que proporcionan las calorías necesarias para la normal subsistencia del insecto, manteniendo así un real equilibrio entre el gasto y el consumo. Indudablemente que sí un agente extraño modifica este equilibrio, se producirán más o menos graves consecuencias, que pueden ser de suma importancia.
Los esporos del nosema penetran en el cuerpo de la abeja adulta junto con el alimento o el agua, y germinan rápidamente después de entrar en el ventrículo, invadiendo, multiplicándose y destruyendo las células epiteliales. La abeja no segrega enzimas digestivas directamente al estómago, sino que son las células epiteliales de sus paredes los que se desprenden, se vierte a su interior, revientan y sueltan su contenido el cual posee enzimas que permiten la asimilación de los alimentos. Las células infectadas por los esporos del nosema también se vierten en forma similar, pero cuando revientan sueltan más esporos infecciosos. La regeneración normal de estas células se produce a intervalos de cinco días, permitiendo a la abeja metabolizar cierta cantidad de alimento. Cuando la infección de las células epiteliales se produce con mayor rapidez que su regeneración en un período de 14 a 21 días queda totalmente reprimida la función digestiva del epitelio y sobreviene la muerte.
Figura 3- Aparato digestivo de la abeja adulta.
Difusión de la enfermedad El hecho de que el Nosema apis Z., posea una forma de resistencia esporular de tal vigor, hace que esta enfermedad sea de carácter endémico en la mayoría de los países del mundo. Es muy difícil hallar un área libre. Si en algún lugar del País se indica como libre de la enfermedad, es que realmente no se han analizado las abejas. Ahora bien, por otra parte hemos observado que este protozoario, también necesita condiciones favorables de humedad (65 a 70 % de humedad relativa) y temperaturas superiores a los 20 grados centígrados, llegando a una mayor esporulación entre los 30 y 32 grados centígrados. Las altas temperaturas de verano no son propicias para el desarrollo del esporo, aunándose la incidencia de los rayos solares sobre él cuerpo de la abeja.
En las épocas de baja temperatura y con tiempo lluvioso, las abejas no salen de la colmena, defecando en su interior a nivel del piso. Esto produce un aumento del índice de infección, pues las abejas limpiadoras liban esas deyecciones. Todo ello hace que haya una contaminación general de esporos, en los cuadros, pisos, entretapas, celdas con polen, etcétera. También se han hallados esporos de nosema, en el polen, miel y jalea real. Ello explica el peligro que existe en realizar la alimentación con miel contaminada.
Por todo ello se puede asegurar, que hay Nosemosis donde hay abejas, apicultores y colmenas.
El esporo del nosema, es muy sensible al estado de putrefacción y fermentación. Puede durar en este
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medio hasta los 10 a 20 días. En el agua cerca del punto de congelamiento, puede durar años. Se ha observado que en las alzas llega a sobrevivir durante cuatro meses en invierno y seis semanas en verano. Son resistentes a la liofilización y a la exposición al microondas. En la miel puede durar tres meses y en el suelo cincuenta días. Se llega a destruir el esporo a temperaturas de 59 grados centígrados durante diez minutos en la miel. En el agua a temperaturas de 65 grados centígrados tienen una duración de un minuto, mientras que a 58 grados centígrados durante diez minutos. Las formas vegetativas también llamadas infectantes, sólo existen en las células epiteliales del ventrículo de las abejas vivas, como ya indicamos anteriormente. Estas células mueren en el huésped, pero mientras viven, estas formas vegetativas pueden reproducirse muchas veces, produciendo en este estado la actividad patológica sobre la abeja enferma. En este momento se llega a producir una más o menos importante desaparición de abejas adultas en especial pecoreadoras. De esta manera se produce un verdadero estado de stress, debido al desequilibrio en la entrada de alimentos (polen y néctar). Aquí, es cuando entonces se reciente la vida de la familia, aumentando las posibilidades de enfermar más gravemente. Algunas experiencias indican que los esporos producidos como forma final (resistentes) salen de las células afectadas o son liberados con las células expulsadas por la renovación celular. En esta forma de esporas libres llegan al intestino. Una parte vuelve a desarrollarse en el ventrículo (intestino medio) y se reabre la etapa de planonte ya descripta anteriormente, ingresando nuevamente en las células aún no atacadas. Las formas vegetativas sólo se encuentran en él interior del tracto intestinal de las abejas enfermas. Los esporos (formas resistentes) se hallan tanto en el insecto (intestino delgado y ampolla rectal) como también se pueden encontrar en cantidades inmensas en el medio exterior de la abeja en sí.
Cuando se realiza recuentos en la ampolla rectal y se encuentran cantidades de esporos superiores al millón por mm3, esto constituye lo que se denomina masa infectante. Esta es la responsable de la diseminación de esporos en diversos lugares, en el interior de la colmena y continuando fuera de la colmena, tomando los pastos o malezas que la circundan, hallándose en las gotas de rocío, en los bebederos abiertos, en los depósitos de agua, en las zonas que han quedado anegadas con restos de lluvias o desbordes de ríos o arroyos. Todos estos lugares son posibles focos de infección. Por otra parte, si entregamos alimento (jarabe preparado) contaminado a la colmena veremos que la propagación se realiza de abeja a abeja en una forma rápida, ello fue muy bien estudiado y verificado experimentalmente. En el caso de que sé entregue jarabe curativo a una colmena, fuera de la época propicia o cuando hay abundantes cantidad de néctar, la abeja preferirá ir a la fuente de néctar y no consumir
el jarabe, no llegando a la normal entrega de jarabe curativo.
Sintomatología (2)
La Nosemosis pasa invariablemente inadvertida por el aficionado, por el apicultor de actividad complementaria y por el productor comercial. Al no haber síntomas evidentes, como en otras enfermedades y los síntomas que se presentan tienen similitud con otras enfermedades de la abeja adulta, se debe estar alerta o no llegaremos nunca a saber que existe una situación anormal en las colmenas debido a la Nosemosis.
Por lo tanto la única forma de tener seguridad en el diagnóstico es realizar una determinación microscópica en el laboratorio. Pero se pueden citar algunos síntomas, que nos pueden orientar en el problema, haciéndonos sospechar que puede existir Nosemosis en nuestro apiario. Entre estos síntomas, podemos destacar la marcada debilidad de la obrera, caracterizándose por movimientos lentos, abdomen globoso y dilatado por la acumulación de excrementos. Debido a ello arrastra su abdomen. La abeja presenta un aspecto brillante. Diarrea intensa. Abejas muertas en el ápice de los vegetales que rodean la colmena, con una actitud que aparenta el deseo de querer volar. Muchas abejas muertas al pie de la piquera. Marcas de las heces de las abejas que vuelan y llegan sumamente pesadas a la colmena, no pudiendo realizar con moderación él aterrizaje en la planchada de vuelo, mueren al estrellarse en el frente o en la piquera de la colmena. Las pérdidas de población adulta a fines de invierno y principio de primavera son síntomas visibles, muchas veces asociados con la pérdida de reinas o su reposición.
Objetivos La experiencia indica que todos los años en la provincia de Mendoza muchos apicultores pierden entre el 25 al 50% de sus colmenas durante el invierno. Parte de esta pérdida es atribuible a falta de adecuadas reservas de miel y polen, a reinas viejas que no son capaces de sostener un mínimo de población, pero más que nada a un mal manejo sanitario, en especial en lo que concierne a Varroasis y Nosemosis. Además, con demasiada frecuencia los apicultores no diagnostican la causa de una condición anormal hasta que ésta no cause un serio daño. El manejo de las colmenas a intervalos regulares es esencial para descubrir las enfermedades, controlarlas y lograr que los tratamientos resulten útiles. Por este motivo se consideró importante realizar una evaluación del nivel de infestación de la enfermedad Nosemosis, en los apiarios de la provincia de Mendoza. Esto permitirá tener un conocimiento completo del curso normal de la infestación y permitirá optar por un tratamiento curativo o preventivo. Se elaboraron dos hipótesis de
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trabajo: H0: La existencia de la enfermedad Nosemosis y el nivel de infestación. En los distintos apiarios de la provincia de Mendoza.
H1: La ausencia de la enfermedad Nosemosis en los distintos apiarios de la provincia de Mendoza y por lo tanto la hipótesis 0 es nula.
Metodología / Descripción Experimental El trabajo se realizó en el Laboratorio de Microbiología del Instituto Nacional de Tecnología Industrial-Frutas y Hortalizas.
Materiales: Microscopio óptico de luz directa, con 400 aumentos. Cámara de Neubauer. Mortero de porcelana. Pinza histológica de punta fina. Cubreobjetos. Pipeta pasteur.
Toma de muestras: Cada muestra de abejas (aproximadamente 100 abejas mayores de 10 días de edad, tomadas de la piquera de la colmena), fue extraída por el apicultor del apiario y colocada en un frasco de plástico bien limpio, cerrado herméticamente y conservadas en solución de formol al 4%, hasta la realización del análisis. Las muestras provistas por los apicultores estaban bien identificadas, con el número de colmena, número de apiario, región, zona o distrito, departamento de ubicación de las colmenas y nombre del apicultor. Se tomaron 233 muestras extraídas al azar de diferentes apiarios (10% de las colmenas de cada apiario), ubicados en los distintos departamentos de la provincia de Mendoza.
Método Se empleó el método de CANTWELL o Diagnóstico Cuantitativo por recuento esporular en Cámara de Neubauer (procedimiento de diagnóstico del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, en el marco del sistema de vigilancia Nacional Apícola).
Sé tomaron 60 abejas y con una pinza histológica de punta fina, se extrajeron los intestinos, tomando el extremo del abdomen y tirando hacia fuera el aparato digestivo. En esta operación debe extraerse el aparato completo, es decir el ventrículo, el intestino delgado, con sus tubos de Malpighi y la ampolla rectal.
Al observar un intestino de abeja enferma, vemos que el ventrículo se encuentra flácido, dilatado y toma un color blanco lechoso, su tejido se aplasta con facilidad dejando escapar un líquido blanco y turbio. Por el contrario el ventrículo de una abeja sana, tiene más tono y su color es marrón o ligeramente verdoso, el tejido es elástico con estrías circulares transversales en toda su longitud y al aplastamiento deja escapar un líquido de color rojo pardo o amarillento.
Se procede, colocando los 60 intestinos en un mortero
de porcelana, en el cual agregamos previamente 10 mililitros de agua estéril y lo maceramos bien, posteriormente colocan 50 mililitros más de agua estéril, hasta obtener un líquido homogéneo. Luego procedemos a limpiar cuidadosamente la cámara de recuento, tratando de desengrasarla a fondo. Para ello se utilizó como solvente el alcohol etílico.
A la pipeta pasteur, le acoplamos una gomita y un tubito de vidrio, por el cual se aspira él macerado obtenido. Introducimos la punta de la pipeta en el macerado previamente agitado y aspiramos. Luego colocamos una alícuota de la muestra en la cámara de Neubauer, que tiene una capacidad de 0,1 mm3, evitando la formación de burbujas, se retira la pipeta y se limpia cuidadosamente el extremo.
El recuento, se realizó utilizando la cuadrícula del medio de la cámara, la cual contiene 25 cuadros formados por dos líneas, estos 25 cuadros están divididos cada uno en 16 cuadrículas Más pequeñas. Se tuvo en cuenta para evitar la subestimación o sobrestimación en el conteo, la no inclusión de las esporas que toquen las dos líneas de arriba y de la izquierda de los cuadros y si se cuentan las que toquen las de la derecha y abajo. Si hay poca cantidad de esporas, sería correcto contar las 25 cuadrículas y realizar el cálculo considerando que el macerado inicial contiene 1 mililitros por abeja y que en la cámara colocamos 0,1 mm3.
El resultado se expresa en cantidad promedio de esporos por mm3. Sí la cantidad de esporos fuese mucha, por convención solamente contaremos de las cuadrículas de los extremos y la central. Por lo tanto, el resultado del conteo de los esporos en las cinco cuadrículas, lo multiplicamos por 5.
Resultados Las planillas con todos los resultados se anexan al final del documento.
Conclusiones Dado que las pérdidas de población adulta a fines de invierno y principio de primavera son síntomas visibles, muchas veces asociados con la pérdida de reinas o su reposición. El punto más alto de la infección ocurre en primavera. Las abejas afectadas, que no pueden defecar fuera de la colmena durante fines de otoño o principios de invierno, contaminan panales y marcos al evacuar materia fecal en la colmena. Esta infección afecta la nutrición y el metabolismo de todos los habitantes de la colmena; disminuyendo los nacimientos, debido a que los ovarios de las abejas afectadas entran en un proceso de degeneración, que llega a disminuir la ovoposición, hasta alcanzar la esterilidad. Esto explicaría las múltiples sustituciones de reinas que se producen en una misma temporada y la disminución en la producción de miel. Las abejas infectadas no desarrollan totalmente las glándulas hipofaríngeas (encargadas de la producción de jalea real), esto tiene dos consecuencias
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importantes: por un lado la falta de jalea real disminuye la cantidad de larvas por falta de alimento y por el otro lado la reina no recibe la nutrición adecuada. Además en las abejas enfermas, el ciclo de secreción de jalea real termina a los 5 días, mientras que en las sanas dura en promedio 35 días.
Tener un conocimiento completo del curso normal de la infección constituye una necesidad dentro de la apicultura racional. El tratamiento debe aplicarse y adoptarse en el momento adecuado para evitar la reducción de población, las reposiciones de reinas, y para prevenir residuos del tratamiento en la cosecha de miel.
En nuestro trabajo, hemos podido verificar de acuerdo a los resultados obtenidos, que en las condiciones de humedad relativa menor a 60% y temperaturas de entre 25 y 38 grados centígrados reinantes en la provincia de Mendoza durante la primavera del año 2003, los niveles de infestación han estado por debajo del Nivel 1, según la clasificación de Cornejo - Rossi (ver Tabla 1), es decir que la hipótesis planteada como H0 fue la obtenida.
Esto demuestra que el Nosema apis Z., probablemente siempre ha sido un parásito de la abeja y ha estado siempre presente en forma leve, pero endémica (ver planillas de resultados obtenidos).
Todo indica que tal vez la responsabilidad de la forma aguda de la enfermedad la tenga el hecho del uso de las colmenas de cuadros móviles que permite la ubicación de un panal contaminado en una colmena sana, ello si sucede a fines de la estación estival, puede provocar una gran infección en la colmena. Si unido a esto, se producen factores ambientales favorables para él desarrollo de la enfermedad, la intensidad puede llegar a representar grandes pérdidas para la colmena y para la apicultura en sí.
Agradecimientos El autor agradece a todos los apicultores de la provincia de Mendoza, que colaboraron en la provisión de las muestras de abejas en las cuales se realizaron los análisis.
También agradece la incondicional colaboración del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), delegación Este y delegación Valle de Uco de la Provincia de Mendoza.
Además agradece al Ing. Edgar Cerchiai por su apoyo en la concreción de este importante trabajo, y su gestión para que el mismo pueda ser presentado en las 5º Jornadas de Desarrollo del INTI.
Referencias
[1] Bacci, M; Estandarización de técnicas diagnósticas para las diferentes enfermedades de las abejas. Programa Nacional de enfermedades apícolas. Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria. Argentina; 2004. [2] Ceci, R.F.; Nosemosis. Revista Gestión Apícola. OctubreNoviembre. 1997. Año 1 Número 4. p: 23-25 [3] Cornejo, L.G.; Rossi, C.O. Enfermedades de las abejas su profilaxis y prevención. Editorial Hemisferio Sur. Argentina; 1975. p: 75-132.
Para mayor información contactarse con: Omar E. Funes – frutasyhortalizas@inti.gov.ar
TABLA 1: CLASIFICACIÓN SEGÚN CORNEJO-ROSSI
NIVEL DE INFESTACIÓN
NUMERO DE ESPOROS POR mm3
NIVEL 1
10.000 a 100.000
NIVEL 2 NIVEL 3 NIVEL 4
100.000 a 600.000 600.000 a 800.000 800.000 a 1.000.000
NIVEL 5
SUPERIOR a 1.000.000
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5
Muestra Nº
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40
Cantidad de esporos por mm3
200 1000 450 350 650 15.900 14.250 12.150 10.350 3.900 5.000 10.600 700 1.200 1.150 2.100 1.950 1.650 1.450 1.500 3.100 450 400 6.750 450 1.850 2.150 550 100 250 1.250 18.400 1.950 2.900 750 4.250 250 4.450 4.300 5.200
PLANILLA: RESULTADOS OBTENIDOS
Departamento
San Carlos San Carlos San Carlos San Carlos San Carlos San Carlos San Carlos San Carlos San Carlos San Carlos San Carlos San Carlos
Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán
Muestra Nº
41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80
Cantidad de esporos por m3
3.850 1.700 1.900 3.000 3.500 1.100 1.700 5.500 3.200 3.500 3.800 7.100 2.600 6.800 3.850 2.400 4.350 3.750 3.950 5.400 4.300 4.500 6.100 4.200 2.800 3.450 4.450 4.650 8.350 12.200 9.350 11.750 3.550 11.800 3.750 4.250 14.350 7.850 1.020 8.950
Departamento
Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán Tunuyán
Junín Junín Junín Junín Junín Junín Junín Junín Junín Junín Junín Rivadavia Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato
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PLANILLA: RESULTADOS OBTENIDOS
Muestra Nº 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95
96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115
116 117 118 119 120
Cantidad de esporos por mm3
14.200 8.950 9.500 1.080 200 350 100 150 200 300 100 400 200 300 250
200 250 50 100 200 300 100 200 100 100 100 100 17.000 2.050 18.250 3.300 7.150 3.200 3.950 3.000
5.000 2.800 2.600 10.450 14.500
Departamento
Tupungato Tupungato Tupungato Tupungato
La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz
La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz
La Paz La Paz La Paz La Paz La Paz
Muestra Nº 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135
136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155
156 157 158 159 160
Cantidad de esporos por mm3
7.200 650 2.850 2.900 5.300 2.950 2.200 4.250 3.400 3.400 1.200 3.100 7.400 24.150 8.000
4.750 15.800 24.300 12.950 14.500 27.450 5.850 7.600 5.500 6.800 14.100 4.900 4.400 4.200 7.850 4.750 5.650
250 100 350
3.000 3.900 6.000 5.600 900
Departamento
La Paz San Martín San Martín San Martín San Martín San Martín San Martín San Martín San Martín San Martín San Martín San Martín Guaymallén Guaymallén Guaymallén
Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Guaymallén Godoy Cruz Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo
Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo
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Muestra
Cantidad de
Nº
esporos por mm3
161
860
162
890
163
1.050
164
1.260
165
2.200
166
2.360
167
3.100
168
2.990
169
3.270
170
12.800
171
8.350
172
7.100
173
2.350
174
2.350
175
18.950
176
4.500
177
4.750
178
5.300
179
3.700
180
7.350
181
700
182
6.950
183
4.500
184
20.700
185
735
186
5.750
187
6.800
188
6.700
189
3.800
190
7.050
191
7.050
192
4.350
193
4.850
194
7.150
195
7.250
196
4.200
197
12.850
198
8.350
199
5.300
200
2.350
PLANILLA: RESULTADOS OBTENIDOS
Departamento
Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo Lujan de Cuyo
San Rafael San Rafael San Rafael San Rafael San Rafael General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear
Muestra Nº
201 202 203 204 205 206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225 226 227 228 229 230 231 232 233
-
Cantidad de esporos por
mm3 2.350 3.250 3.400 7.700 6.100 4.150 4.550 3.750 4.400 3.150 3.100 7.100 4.350 2.750 3.000 9.650 21.850 7.200 7.750 5.050 3.300 4.450 1.450 17.450 4.600 3.900 8.750 10.050 9.500 3.700 4.000 4.950 3.850
-
Departamento
General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear General Alvear
Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa Santa Rosa
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INSTITUTO NACIONAL DE TECNOLOGÍA INDUSTRIAL
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